La Aravá: Un desierto que florece
- Admin
- 19 oct 2017
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El valle de Aravá, ubicado entre la costa del Mar Muerto y el golfo de Eilat, a pesar de ser un desierto, representa el 60 por ciento de las exportaciones de vegetales frescos de Israel. La palabra Aravá significa lugar “desértico y seco”, y aparece muchas veces mencionada en la Biblia, ya que fue un lugar de paso de los judíos en su Éxodo de Egipto.
La región está conformada por siete comunidades distantes, cinco de ellas, que representan el 80 por ciento de la población, se dedican a la agricultura, una está dedicada al turismo y otra es el Centro Regional.
El KKL representa una parte muy importante en este proyecto que funciona desde hace 50 años. En los años 30 no se permitía que se vendieran tierras a los judíos. Uno de los lugares en los que igual se logró comprarlas fue en el desierto a través del mecanismo de KKL. En principios de los ’40, el KKL era parte activa del desarrollo de once asentamientos nuevos. Gracias a la labor hecha, se hizo florecer el desierto.
En el futuro, además de los cultivos normales, la Aravá se utilizará para sembrar 250 tipos de plantas del desierto, que sirven para medicinas para enfermedades como el cáncer, la diabetes y el Alzheimer.
Para lograr el desarrollo internacional y poder llevar a cabo sus proyectos, el KKL trabaja con el gobierno, ministerio, universidades u oficinas específicas de distintos países. Como se están haciendo investigaciones a nivel mundial sobre la desertificación, los especialistas llegan al valle para estudiar y aprender de la tierra.

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